| Descripción |
"Promenade" es la obra que Jonas Dahlberg produjo específicamente para la Sala Alcalá 31 en aquella exposición colectiva de 2006 llamada El espacio interior. Se trata de un trabajo característico en la trayectoria reciente de Dahlberg: una proyección en dos pantallas del recorrido filmado por una maqueta que reproduce a escala el propio espacio de la sala madrileña. La estructura de la filmación es un travelling aéreo por un espacio fantasmagórico donde las columnas, vidrieras, barandillas y bancos amplifican el efecto de vacío de una arquitectura racionalista pero confusa. Algunas formas humanas estáticas, congeladas, contribuyen asimismo a potenciar una extraña sensación de angustia y encerramiento. Hasta tal punto, que la sala de exposiciones, limpia y recién pintada, se convierte en la reflexión y observación de Dahlberg en algo semejante a un pabellón carcelario desalojado o abandonado.
El paseo tiene forma cíclica y provoca otro de los choques dialécticos: un círculo que recorre un lugar donde predomina lo ortogonal. Un bucle inalterable y moroso donde resulta complicado determinar un principio y un final que han sido difuminados. Mediante su dudosa repetición, permite ir percibiendo nuevos detalles al tiempo que provoca nuevas dudas: hasta que no ha sido reproducido varias veces no sabemos si ya hemos visto a una de las pocas figuras o determinado rincón. A ello contribuyen por igual la misma estructura del espacio arquitectónico y la levitación de la cámara sobre ella. Otra de las causas de la perplejidad es, sin lugar a dudas, el blanco y negro del film, que desde un principio nos resulta un tanto irreal y artificioso. Ello se debe a que probablemente (como ocurre en otros trabajos de Dahlberg, como View Through a Park, de 2009 no es la filmación sino la realidad fotografiada la que está creada en gama de grises. La iluminación casi expresionista destaca los claroscuros, las sombras y los brillos, que acaban por resultar esenciales para construir esa apariencia de lugar donde el tiempo se ha estancado, como en un purgatorio.
Fascinado por la expresión psicológica y simbólica de lo arquitectónico, Jonas Dahlberg logra, de un modo aparentemente simple pero considerablemente elaborado, provocar una confusión en nuestro sentido del espacio y aportar nuevas connotaciones al mismo. La más interesante de esas nuevas dudas quizá sea la de si hemos de identificarnos con las pocas figuras humanas del vídeo o con el punto de vista de la cámara. O, lo que es lo mismo: si somos nosotros los que observamos o somos los vigilados. (Texto de Abel H. Pozuelo, Catálogo Colección CA2M, 2010).
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